Dadme otra mente, por favor. Otra pasión. Sí, eso mismo.
La mía ya está oxidada. Morirá dentro de poco, y eso me pone triste.
La mataré yo, mientras duermo. Cuando despierte ya será historia.
He comprado flores. De esas que huelen bien y se marchitan, para honrarme.
La próxima vez que hablemos ella ya no estará con nosotros,
pero no la echéis de menos, no lo hubiera querido así.
Y sonreiré. Todo el tiempo, y me dará igual. Te fijarás en eso. Yo también te miraré bien, tus ojeras, tu pelo desaliñado. No comentaré nada, pero te abrazaré.
Tu quedarás perpleja. Me devolverás el abrazo. Ha pasado mucho tiempo, no crees. Sí, me responderás. Silencio.
Entonces sabrás quién soy. Yo no, claro. Yo nunca lo sabré.
Eres jodidamente adorable.
ResponderEliminarTu comentario me sacó una señora sonrisa.
Emocionante, ma foi.
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