Nada de deseos. Marcar pequeñas metas y alcanzarlas.
Cuestión de disfrutar.
Me perdí para encontrarte, y ahora me encuentro perdiéndote. (O quizás nunca me perdí)
-Está todo un poco revuelto... ¡pero no pises ese trozo!
-¡Pero recoje el corazón!
-Ya es la quinta vez, y luego siempre se cae.
-No pensarás dejarlo así...
-Además, hay muchos trozos.
-Pues trae la escoba, vamos a ordenar esto.
-¿Sentimientos?
-En el cajón.
-¿Actitud?
-En la mesa.
-¿Y el corazón? ¿Qué vamos a hacer con él?
-Vas a tardar meses en pegarlo todo. Es igual, tíralo y compras otro.
-Son carísimos...
-Valdrá la pena, empezar desde cero. Confía en mí.
-Sí, eso es verdad.
-¿Dónde está la fregona?
-En la despensa, mano izquierda.