viernes, enero 20, 2012

¿Qué pretendes, queriendo cambiar?
Como si pudieras.
Sería tan fácil abandonarse.

¿Desde cuando te ha gustado a tí lo fácil?


miércoles, enero 18, 2012

Espabílate, la estación cierra a medianoche.


Vamos, deprisa, no tenemos vida para pausas.
No dejes de bailar, no bajes los pies.
No pares ahora o todo se vendrá abajo.
No veo final. Ni cuál es la meta. Ni nada.
La cabeza va a estallar. Pero sigo.
Una parte de mí pierde el tiempo. Siempre.

No sé cual. Algo va mal. Algo falta.
Pero no hay tiempo para eso.







"Y uno está tan triste, Horacio, porque todo es tan hermoso."

viernes, enero 13, 2012

¡A mí, ni agua!

Ayer me di cuenta de que, personas concretas, me conocen mejor que yo. Cada día me sorprenden más, la verdad. Si ellos me definen mejor que yo misma.

E: -Me encantan los bebés. De mayor, estoy seguro de que seré padre.
N: -A mí los niños me encantan. Siempre consigo que se coman el plato a cucharones.
S: -Yo hasta la fecha no quiero tener hijos. Sería un fraude, ser responsable de otro ser humano cuando ni siquiera lo soy del mío.
N: -Eso, es porque no confías en tí misma. Te sientes insegura de tus acciones.

Sonreí, porque tenían razón.



Así de parada estaba, pero sin película.

Pero es cuestión de poner la vida en off.


Paz. Tranquilidad. Cavilaciones.


Sábanas.
Donde o te evades de todo o tus pensamientos te pueden.


Hay talentos que no se ven, pero ahí están.


Vicios que son malos abusando y reduciendo.


Autocontrol, eso es lo que me falta. En TODO.


Soledad. Donde te encuentras y te pierdes.
(Nota: acabar la frase con 'perder' y no del revés.)






Nada más que decir.
O al menos, nada que queráis leer.

domingo, enero 08, 2012

Que se muera el mundo si no sonríes.


Borrón y cuenta nueva. Porque sí.
Que sí, que lo sé bien, que la goma no borra recuerdos.
Difícil. No bebo, ni fumo, ni me hincho a pastillas.
Pero qué mas da.

Vamos a vivir un poquito más. Sólo un poco.
Después, podemos volver a existir.
Volver a la rutina de las clases. Las he echado de menos.
Equilibrio. Por fin.

Rayadas suprimidas mediante apuntes.
Más metas. Pequeñas, cómo no.
Prometo sentirme llena y que no sea por comida.
No, princesa, no puedes dormir más.
Que si una vez sentí, puedo volver a hacerlo.